2.3.09

experiencias anales

Que yo recuerde, me dijo, era la primera vez que lo hacía pero no sintió sensación alguna de malestar, ni dolor, ni siquiera la más mínima intención de querer parar. Aún así, tampoco sintió en ningún momento deseo de seguir haciéndolo. Mientras tanto, esa masa viscosa y espesa se introducía firmemente por el recto agujero. Fueron unos segundos de incertidumbre y confusión, pero seguía erguido y con una posición algo entusiasta. No dudó. Incluso repitió por si no hubiera entrado bien. La almorrana seguía haciendo estragos y ésta era la manera más lícita de llegar a su extinción.

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