"Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir."
Federico García Lorca
Las razones aritméticas son invariables, siempre que las necesitas las encuentras haciendo gala de constancia y coherencia intachables. Para un antecedente y un consecuente impuestos esta razón se mantendrá estoica con lo que ello conlleva.
Dado un problema numérico hablar de una solución es sólo cuestión de tiempo y de una voluntad progresista esclarecedora curiosa y resuelta. Incluso, una vez hallada la solución, la razón, en un alarde de valentía inherente a esa suerte progresista, se permite buscar el origen del problema mismo, con el afán de medirlo, analizarlo y solucionarlo, que no termina siendo otra cosa que ponerle nombre para dejar de temerlo.
Tengo mis razones para estar resuelto.
20.7.10
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Lo críptico de tus escritos no es nuevo (ni malo eh?), pero esa racionalidad extrema da miedete jejeje
ResponderEliminarPoner nombre para dejar de temer las cosas... gran punto.
Gracias Marc, no tengas niedo hombre, que no te va a doler :)
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